19 de abril de 2006

Un lugar como este, callado, lleno de sonidos sin embargo, un lugar como este, arropando la inercia, enmascarando la exactitud de las previsiones, debería ser un poco más acogedor, no tan áspero, no tan atento a los cumplimientos. Queda trabajar la esperanza y las manos también frenan la oportunidad de exiliarse. En la recóndita inmortalidad ceden los desconchados techos y ven reflejarse un cuerpo postrándose hacia lo vulgar.

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