6 de julio de 2006
Pongo el sacrificio
en la sacudida luz del tiempo
con el propósito herido
y las hojas esparcidas
entre bosques aún colmados.
A este lado es la paz
un desierto sacrílego
y ha de venir una compostura
que cierre las puertas
de tanto templo derruido.
Consumación vertida
y huerto yermo
en la tierra mojada.
El mismo barro de siempre,
los mismos charcos.
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