5 de enero de 2006

Ardo por ti

Tantas veces te he dicho adiós; pero animales
me invaden si nos vemos. Caballos se desbocan
en mi pecho, ballenas saltan desde mis manos
y estallan los océanos de tus cabellos, perros
obedientes te siguen los tacones, polillas
hipnotizadas cruzan halos de misteriosa
voluptuosidad. Y aunque conozco el riesgo
de tu llamada, acudo, y vuelves a matarlos.
En el engaño dejas que se despeñen, uno
tras otro, los caballos. Si te somete la ira,
pateas a los perros, resignados, inmóviles.
Se abisman las ballenas en aguas de desprecio
y nadan hacia arenas que las ahoguen. Arden
las polillas al borde de tu piel; caen, lentas,
al cauce del vacio.

Camino entre animales
muertos durante días, reúno las cenizas
que me van sosteniendo y, de nuevo, me crecen
las alas, recupero la visión y me salva
la deseada huida que, entre dudas y miedos,
descubre un ave fénix cada vez que te intenta.

Julio Marinas, Criaturas de sexo

2 comentarios:

Juan dijo...

Tú lo que eres es un guarrete.
Juan

Rafa Cofiño dijo...

Perguapo