21 de diciembre de 2006















Un dormitorio con insomnio
en el transcurso de los atardeceres condenados,
robando el aire quiere desaparecer
de las inmediaciones de la memoria
y encontrarse en el rendido desinterés
siendo un patio abierto,
un retazo de comprensión temerosa
que abrace el calor de las aproximaciones
y no escueza en los ojos
de las miradas perdidas.

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