11 de octubre de 2006
















Miraban cómo se confundían,
en un mecanismo exacto.
Una identidad de resignación
en la penumbra queda,
hace garabatos en las puertas,
dibujos de rostros sin alma,
frases sacadas de la inmediatez,
lo tangible y lo humano,
el cuerpo y la ausencia,
una demora cáustica.

En invierno, salen al frío
para fortalecer las lágrimas
y todo el oxígeno desaparece.

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