14 de junio de 2006















Tras la vieja esperanza,
una lentitud de hechos ignorados
me despierta en las ausencias.
Creciendo el aplazamiento
de las concreciones señaladas
entiendo el paso fugaz,
cansino finalmente,
de los significados
y me invito a pertenecer
a la similitud de sus respuestas.
Obtengo la confirmación necesaria
para olvidarme.

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