2 de febrero de 2006

Se libera el cuerpo como un pedazo de luz entre las despobladas manos. No encuentra más camino fuera de sí mismo. Vence el espesor del aire sin esfuerzo que le impida renombrarse en su misma piel. Lento y eficaz, en la mirada refleja todo el cansancio de los ojos, en el contorno pronuncia toda su exactitud perdida y bajo los pies esconde su deslealtad dañinamente habitable.

5 comentarios:

Rafa Cofiño dijo...

¿Qué es la imagen? Hermosa e inquietante,,,parece una combinación de flores secas con,,,¿una radiografía de abdomen?

Clamavi dijo...

Curioso punto de vista. Si te escucha Freud...

Anónimo dijo...

pero,,que es?

Clamavi dijo...

Ni idea.

Anónimo dijo...

Cielos,,,me quedo con la duda...