10 de junio de 2007

Concierto de Camba en Zamora (por Camba)

cuando uno se sube al escenario, todo lo demás suele quedar atrás, lejos, en otro plano espacio-temporal. uno se abstrae en la música, en las canciones, se introduce en ellas y se convierte en algo más que un intérprete, en un transmisor de emociones. o al menos en lo que a mí respecta. sin embargo, en determinadas ocasiones los factores alteran el producto, y eso ocurrió en el avalon café.

el primer factor, la interminable prueba de sonido; debido a problemas técnicos era casi imposible oírse de forma decente en el escenario; ello afectó al modo en que interpretamos las canciones, muchas veces tirando más de lo que estamos acostumbrados a hacer que de saber realmente qué está sonando. en cierto modo, te despreocupas, dices 'espero que al menos abajo se oiga bien' (como así confirmaban los asistentes al concierto) y haces lo que puedes. das lo mejor de ti aun sin saber a ciencia cierta cómo está resultando. y todo esto, después de hora u hora y media de probar, y probar, y probar, a pesar de ser solamente un instrumentos y dos micros.

el otro factor, sin duda, es la gente. tocando en casa, rodeado de amigos, uno no se puede (ni debe) abstraer completamente. sabes quién está ahí, sabes que, de un modo u otro, le está llegando algo de lo que transmites; lo que lo convierte aún en más mágico, más intenso. pero claro, esto, al fin y al cabo, es méramente subjetivo. como, creo yo, debería ser cualquier manifestación artística.

y vivimos el concierto intensamente, disfrutando. juan carlos a mi derecha, alternando flauta, saxo soprano, harmónica, melódica y whistle, arropando con sonoras melodías, como siempre, mi frágil voz y mi rítmica guitarra, apoyada en un sonido grave para remarcar un poco más los bajos. intentando sacar lo mejor de mi interpretación vocal, algo afectada por una gripe de la que salía, tratando de matizar para expresar aún mejor. la emoción de cada canción se veía recompensada con la emoción del aplauso del público, y el repertorio se fue acabando casi a nuestro pesar. 'amanece en la ciudad' fue de las más celebradas, debido, sin duda, a ser la que más llega de las que suenan en el myspace, y las ya clásicas 'si me llevas de aquí' o 'desde tu ventana', siempre bien recibidas e interpretadas con especial implicación.

y así hasta que, tras el último tema de los bises, abrí ya del todo los ojos en la ovación del público, de los amigos, de los receptores, que duró incluso hasta después, cuando ya estaba junto a mi hermana (cuya presencia me emocionó especialmente). he de confesar que estar en el escenario recibiendo los aplausos fue el momento en que más nervioso estuve, pues ante eso sí que no es fácil reaccionar. tras saludar de nuevo, agradecer a juan carlos, y unos segundos de duda, me despedí, y todo terminó.

y, bueno, igual que hice antes del concierto, hice un recorrido por el local saludando a todos los conocidos que allí estaban; me dieron sus opiniones, impresiones positivas en momentos especiales. parece una tontería, pero este tipo de encuentros sin las barreras de la conversación hacen que la conexión sea mucho más fácil, y mucho más sincera. es curioso ver cómo unos u otros se identifican con alguna frase, alguna canción, alguna idea. eso, por sí solo, justifica todo el esfuerzo y, como no, toda la implicación.

éstas son el tipo de cosas, y no el éxito o el dinero, por las que la música (y la creación en sí) merecen la pena, por las que merece la pena invertir tu tiempo en ello. por la conexión. por la liberación. por la emoción.

Camba

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