Si se extravía el aire entre los desahucios de la amargura es porque detrás de la penumbra una ceremonia de voces olvidadas nos susurra una sola confusión para recordarnos a qué contemplación arrojamos nuestros ojos, en qué obsesión extraviamos nuestro deseo. Y nos hacemos mártires de nuestra obsesión. Y somos la culpa.
18 de noviembre de 2005
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