29 de mayo de 2006

Si los gestos se habitúan y en el lugar olvidado donde el ruido se agota lo extraño se hace humano y las aceras se llenan de rastros y las huellas abandonan la tierra, si no vuelvo a ver con los ojos el lado áspero porque apagan las luces en las fronteras del miedo y mi suerte no se roza con el cuerpo mío y hay podredumbre junto a la hierba que oculto detrás de mis pies, entonces la ceguera habrá tenido un espacio para encontrarse en los apetitos que ya entonces no serán míos.

No hay comentarios: